Desde el primer día, nuestra ilusión fue crear hoteles que respiraran la ciudad y la compartieran con quienes nos visitan. Hoteles pensados como puntos de encuentro entre diseño, comodidad y la esencia de la ciudad real.
En 1992, cuando Barcelona se preparaba para abrirse al mundo como sede de los Juegos Olímpicos, dimos el primer paso con Onix Fira, junto a Plaza España y el Parque de Joan Miró. Queríamos ofrecer un refugio moderno y funcional a un paso de Montjuïc y la Fira, en el corazón de una ciudad que se transformaba.
A finales de los años noventa, el proyecto creció con Onix Rambla. En pleno Eixample, rehabilitamos un edificio modernista de principios del siglo XIX que había sido sede del Banco Popular. Un lugar con historia, que durante la guerra civil fue casino ilegal y almacén de tabaco y chocolate. En 2002, tras tres años de intensos trabajos, reabrimos sus puertas para que los viajeros pudieran vivir Barcelona desde dentro.
En 2007 llegó Onix Liceo, en el Casco Antiguo. Transformamos la antigua sede policial del barrio en un hotel singular, donde la arquitectura y la memoria conviven con la hospitalidad de siempre. Un edificio con fachada, patio y escalera declarados patrimonio arquitectónico que hoy es punto de partida para descubrir el alma más diversa de la ciudad.
Es un punto de partida, un respiro entre el ritmo de la ciudad, un espacio donde desconectar y conectar al mismo tiempo.
Por eso diseñamos hoteles que combinan funcionalidad, comodidad y diseño, sin perder de vista lo importante: hacerte sentir bien. Queremos que vivas Barcelona con la calma que necesitas y el pulso que buscas. Que cada estancia sea una forma de descubrir, disfrutar y dejarte sorprender.
En Onix Hotels cuidamos los espacios y, sobre todo, cuidamos a las personas. Porque viajar no es solo llegar a un lugar, es también cómo te hacen sentir en él.
Todo lo que hacemos nace del lugar donde estamos. Nuestros hoteles reflejan la historia de los barrios que nos acogen.
Nos gusta recibir como lo haríamos en casa: con naturalidad, cercanía y atención real. Sin formalismos, sin artificios.
Creemos en la calidad que se nota, no en la que se exhibe. Espacios cómodos, funcionales y bien pensados.
Diseño, historia y modernidad en cada rincón. Espacios para descansar y vivir la ciudad a tu ritmo.
Buscamos la excelencia sin ostentación: ofrecer lo mejor desde la comodidad, la funcionalidad y el servicio bien hecho.